lunes, 27 de febrero de 2012

Fin de fiesta

Se acabó un año más el fin de semana de las estrellas en la NBA. Este año ha sido muy interesante trasnochar, tanto para lo bueno que ha ocurrido como para lo poco malo, pero muy malo, ¡empezamos resumen!.
Ricky fue una de las sensaciones del fin de semana con su magia.
El viernes teníamos a Ricky Rubio jugando el partido de los jugadores de primer año y de segundo mezclados en dos equipos. Prometía mucho más de lo que luego fue, es verdad que es un partido de exhibición y que para los clásicos como yo no nos gusta en exceso, ya que la defensa y la intensidad no existe de ninguna manera. Ganó el equipo de Barkley, por el que poca gente daba un duro, pero yo me quedo con un detalle muy llamativo de lo que fue para Ricky el All-Star, en cada jugada que hacía, en cada balón que llevaba, en cada pase que daba, no se le podía borrar la sonrisa de la cara. La mejor jugada del partido llevó su firma y lo más imaginativo que ocurrió también, la afición flipaba con cada movimiento del nuestro y se está haciendo un nombre a pasos agigantados. El otro protagonista fue su rival por el ROY, Kyrie Irving, que se marcó un ¡8 de 8! en triples y se llevó el MVP del partido, para mi dio un paso vital por llevarse el premio al mejor Rookie del año.
Love se llevó uno de los mejores concursos de triples de los últimos años
Pasamos al sábado y al único evento del que acerté el ganador, el Shooting Stars que se llevó el Team New York, en el que la estrella fue el super clase Allan Houston, un aperitivo para lo que vendría luego. Concurso de habilidades, bastante competido, incluso se tuvo que hacer desempate entre Rondo y Wall para ver quien pasaba a la ronda final. Parker se llevó el premio al jugador más habilidoso, merecido, sin fallos y seguro en el tiro, sección donde se gana ese concurso. Me decepcionó bastante Westbrook, Wall no estuvo fino en el tiro, al igual que Irving, pero Williams dio otro recital con el balón en las manos, un maestro. El concurso de triples fue uno de los mejores eventos del fin de semana, la competitividad fue tremenda y se lo llevó el que mejor tiró, como no podía ser de otro modo. Kevin Love mostró ser el más regular a pesar de tener que tirar hasta en cuatro rondas al tener que hacer dos desempates. Decepcionó Morrow y su camiseta de Petrovic (no por la camiseta, ni mucho menos, sino por la actuación), Chalmers se quedó en el desempate con Love y Ryan Anderson se lo jugó todo al último "money-ball" y falló, pero completó un ejercicio magnífico de tiro ante su público. La final estuvo muy emocionante, con desempate entre Love y Durant que se llevó el de Minnesota ante la sorpresa de buena parte de los aficionados. Grandioso concurso que daba paso al que fue, sin ningún tipo de duda, el evento más decepcionante del fin de semana, el concurso de mates que se llevó Jeremy Evans. Con decir que ya está considerado como el peor de la historia os podéis hacer una idea de cómo fue el evento. Para empezar, los participantes no demostraron ser merecedores de participar en el concurso con mayor tradición de la NBA, un concurso que ha consagrado a 'matadores' como Jordan, Wilkins, Carter o Jason Richardson. Hablando de tradición, otro fallo mayúsculo fue el cambio del modo de votación, íntegramente por mensajes de texto, votación web y mensajes de Twitter, sin ningún tipo de jurado a pie de pista para valorar los mates de los jugadores, unos mates que, salvo contadas excepciones, carecieron de originalidad y no llegaron de ninguna manera al aficionado. Solo con ver la reacción del público al hacer Williams el último mate de la noche se resume el concurso, la gente abandonó el Amway Center antes de saber el ganador, total, a nadie le importaba.
El partido del domingo daba por cerrada la fiesta y sin duda fue un fin de fiesta magnífico. Durant se llevó merecidamente el MVP y el Oeste se impuso al Este tras dominar todo el encuentro menos al final, cuando el Este se acercó de manera misteriosamente fácil al final del encuentro. Me sorprendió a medias que LeBron no se jugase los últimos tiros, porque claro, a ver si los va a fallar y ya la tenemos liada, prefirió dársela a otro para que se la jugase (Williams y Wade, fallos ambos). Otro factor que me sorprendió fue el hecho de que Blake Griffin metiese un triple, si, una tontería como un piano, pero vamos que dudo que se vuelva a dar hasta el próximo All-Star Game por lo menos. Tiene narices (nunca mejor dicho) que Wade le partiese la nariz a Kobe cuando este se disponía a entrar a canasta, fractura del tabique nasal para el 24 de los Lakers. Aquí tiene poco sentido hablar de cifras, el espectáculo del partido fue mayúsculo, muy entretenido para el aficionado y, otra vez, un español participó en este evento, Marc Gasol disfrutó de 13 minutos que no va a olvidar nunca y que nosotros veremos en un futuro con más orgullo del que probablemente tenemos ahora.
A modo de conclusión final, podemos decir que los grandes ganadores fueron los aficionados, que por fin vimos un espectáculo digno y competido menos en los casos ya mencionados, y el gran perdedor que fue el señor David Stern, que debería plantearse la organización del partido de los viernes y de los mates, la vanguardia no salió bien, el afán por querer ser original le pasó factura al comisionado. En general, gran fin de semana, ha merecido la pena trasnochar y tener ojeras hasta los tobillos. Un saludo, hasta la próxima.

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