viernes, 27 de enero de 2012

"The Invincible" Arsenal


Hoy se estrena una nueva sección en nuestro blog, CoachQ Leyendas, en las que saldrán a la palestra los equipos históricos que nos marcaron gracias a su juego, sus goles y sus títulos. El Arsenal de la temporada 2003-2004 será el primero.

En el año 1996 se inició una nueva era en el Arsenal. Llegaba Arsène Wenger al banquillo de Highbury y con él varios jugadores hasta entonces desconocidos para el gran público. Estos eran Nicolas Anelka, Emmanuel Petit, Patrick Vieira y Mark Overmars, que unidos a los ya gunners Adams, Dixon y Keown formaron un equipo bastante mejor que el de años anteriores. Ya en 1998 llegarían a las filas del equipo londinense dos de sus pilares en el futuro, Thierry Henry y Fredrik Ljunberg. Con ellos, el Arsenal continuó en línea ascendente, llegando a finales como las de la UEFA ante el Galatasaray en 2000 (perdida en penaltis) o la FA Cup frente al Liverpool el mismo año (también perdida 2-1).

Estas derrotas sirvieron para convertir al Arsenal en un equipo más rocoso, con mejor fútbol y, lo más importante, ganador. En 2001 se hizo con la Premier League y la FA Cup, redimiéndose del fracaso del año pasado. Al año siguiente, los gunners mantuvieron la copa pero la Premier la perdieron en favor del Manchester United.

Pero el punto de inflexión sería en la temporada 2003-2004. Un Arsenal tocado por la pérdida de la Premier League en la última jornada de la temporada anterior afrontaba ese curso con sed de venganza. Y vaya si se vengaron. Con un equipo casi perfecto y con Henry enchufadísimo como buque insignia, el Arsenal se coronó campeón de la Premier League sin perder un solo partido durante toda la temporada (26V-12E-0D) y dejando a 11 puntos a su más inmediato perseguidor, el Chelsea.

Esta temporada convirtió al equipo londinense en el primer equipo que logra ganar la Premier sin perder ni un solo partido, después del Preston North End (1889), y les hizo ganar el apodo de “The Invincibles” (Los Invencibles).

En portería, Arsène Wenger contaba en aquella temporada con un Jens Lehmann en su mejor época. A partir de esta temporada, por todos es sabido su bajada de nivel, pero en aquel año fue el portero menos goleado de la Premier League. Por delante suyo, Lauren, Sol Campbell, Kolo Touré y Ashley Cole formaban la mejor línea defensiva de Europa, casi infranqueable y con un prestigio y un valor enorme.

La línea de medio campo constituía la clave de aquel equipo. Patrick Vieira, Gilberto Silva y un jovencito por aquel entonces desconocido llamado Cesc Fábregas formaban el centro del once de los gunners. A pesar de la corpulencia y la clara faceta defensiva que los dos primeros tenían, su calidad y su movimiento de balón destacaba de aquella en la Premier. En las bandas, Wenger tenía a los mejores extremos de la liga y de los mejores de Europa, Robert Pires y Fredrik Ljunberg, que con su velocidad, su regate y sus centros le daban esa magia que en teoría ausentaba en las zonas centrales del equipo.

Pero sin duda lo mejor de este equipo estaba arriba. Dennis Bergkamp, famoso por su miedo a volar y su ausencia en los partidos en los que el avión era obligado medio de transporte, y el capitán Thierry Henry formaban la punta de lanza de este equipazo.
Bergkamp, que por aquel entonces vivía sus últimos años como jugador profesional de primer nivel debido a su edad (35 años), seguía teniendo esa calidad que atesoraba desde su juventud. Aunque su olfato goleador empezaba a escasear (solo 4 goles en aquella temporada), ayudó en gran medida a la consecución del título liguero.

Y qué decir de Henry. El francés, que en 1998 había llegado de la mano de Wenger como un desconocido, se estaba convirtiendo en una leyenda viva del club. Sus 30 goles y el premio como máximo goleador y mejor jugador de la Premier en la campaña 2003-2004 fueron los principales valedores para que su Arsenal ganase el título. Su regate, su zancada, su velocidad y, sobre todo, su clase eran únicas en el mundo y le convirtieron en uno de los mejores “nueves” de aquel momento. Todo un crack tanto dentro como fuera del campo. Su faceta de padre con las nuevas perlas que subían al primer equipo es algo digno de mención y siempre fue, para casi todos sus compañeros, tanto en el Arsenal como luego en el Barcelona, un ejemplo a seguir de caballerosidad y clase.

Tras verlo en vivo y en directo en mi ciudad natal en Liga de Campeones, me considero un afortunado por haber podido disfrutar de la clase de este histórico Arsenal, que marcó mi visión del fútbol a partir de ese mismo momento.

El Arsenal ha sido el primero de los varios equipos que saldrán a la palestra en CoachQ Leyendas. Espero que os haya gustado y os recomiendo que veáis partidos de este equipazo. Nada más. Un saludo

@guillealonsoF

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