viernes, 30 de septiembre de 2011

Bailar sobre el parquet

En su día prometí una entrada sobre uno de los jugadores que más me ha gustado ver en una cancha de baloncesto, un hombre serio, de origen nigeriano, al que llamaban "The Dream". Si le ves jugar entiendes el motivo de ese mote, porque verle jugar, qué digo jugar, bailar sobre el parquet, te hacía creer que estabas en un sueño. El hombre del que hablo se llama Hakeem y se apellida Olajuwon.
Antes de empezar con el baloncesto, Hakeem jugaba al fútbol y al balonmano. Destacó desde muy joven, fue llamado por la selección nigeriana siendo un adolescente. Se fue a la universidad de Houston, donde compartió equipo con otro de los grandes del baloncesto americano, Clyde Drexler, que se fue antes a la mejor liga del mundo que el nigeriano. Fue seleccionado como número uno del draft de 1984 por los Houston Rockets, el mismo draft que Jordan, Barkley o Stockton, por ejemplo, casi nada. Formó pareja interior con un hombre lastrado por las lesiones durante toda su carrera, Ralph Sampson, jugador con el que formaba las "Torres Gemelas" de la NBA. Sampson fue Rookie del año en el '94, Olajuwon quedó segundo en el '95, solo superado por un tal Michael Jordan. En esa primera temporada, donde promedió unos números escandalosos (20,6 puntos, 11,9 rebotes y 2,68 tapones), los Rockets llegaron a la final de la NBA, donde los Celtics pararon a la pareja Sampson-Olajuwon.
A partir del '87 aproximadamente las cosas empezaron a cambiar para el nigeriano, su torre gemela se fue de su lado y empezó a perfeccionar su juego a pasos agigantados, sobre todo lo que sería su seña de identidad toda su carrera, el juego de pies. En el '93 se convirtió en estadounidense, por lo que podría ser llamado desde ese momento para formar parte de un equipo que reune siempre a muchos de los mejores jugadores del planeta. Hakeem tuvo rivales durísimos, como pudieron ser los Barkley, Robinson, Malone, Shaq (joven), Ewing o Rodman, defensor por antonomasia. En el '94 el baloncesto fue justo con el bailarín de claqué y los Rockets ganaron a los Knicks en las finales de la NBA. Olajuwon era ya uno de los grandes iconos de la mejor liga de baloncesto del planeta.
A partir de ahí, la leyenda de Hakeem no hizo más que crecer a base de números, juego y un nuevo título, un back-to-back, ya que al año siguiente de ganar su primer anillo, Olajuwon y sus Rockets ganaron de nuevo, esta vez a los Magic de Shaq, el título de campeón. Después de ese título volvió Jordan de su retirada, y ahí se acabó el reinado Rocket. A partir del año 96, Hakeem no pudo llevar a su equipo hacia otras finales NBA. Para acabar su carrera, jugó un año con los Toronto Raptors, donde hizo unos números que no están a la altura de su leyenda.
Como datos interesantes cabe destacar que Olajuwon ha sido uno de los cuatro jugadores que han logrado alguna vez en su carrera un cuádruple doble, fue en el año 1990, contra los Bucks, contra los que hizo 18 puntos, 16 rebotes, 10 asistencias y 11 tapones, algo totalmente alucinante, y esto tiene su polémica, ya que lo pudo conseguir incluso antes, en un partido contra los Warriors, donde hizo 29 puntos, 18 rebotes, 9 asistencias y 11 tapones, le quitaron esa asistencia que le hacía falta para conseguir tal hazaña. Entre sus premios individuales más destacados están sus dos MVP de las Finales (1994 y 1995), MVP de la NBA (1994), seis veces en el primer equipo de la NBA (1987, 1988, 1989, 1993, 1994, 1997),  cinco veces en el primer quinteto defensivo de la liga (1987, 1988, 1990, 1993, 1994), doce veces All-Star (casi nada), único jugador en ganar MVP, MVP de las finales y mejor jugador defensivo el mismo año, y máximo taponador de la historia de la NBA por delante de Jabbar (aunque es un dato irreal en cierto modo, ya que la estadística de tapones se empezó a contabilizar cuando Jabbar llevaba unas temporadas en la NBA).
Dicho todo esto y dejando atrás los números y la inevitable cronología, quedan por decir esas cosas que ningún número puede explicar. Olajuwon era arte en movimiento, poesía en la zona, baile inigualable. Su juego de pies ha sido el mejor que se ha visto en la historia de la NBA, por eso jugadores como Kobe Bryant, LeBron James o Dwight Howard buscan sus servicios en verano para pulir sus movimientos en el poste bajo. Fue una auténtica revolución en una liga que se pensaba que triunfaba el pivot más grande y fuerte, no el más técnico y con más fundamentos. Para mí detrás de Kareem Abdul Jabbar está él, por ser inigualable por ningún otro pivot en la historia de la liga. En cuanto veáis el video de sus movimientos y de su repertorio vereis de que hablo. No es magia, es arte, es baloncesto. Un abrazo, hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Ola-Jugón! que buen especial Quique! me flipa que te pongas ahí con el básket (y con calidad) Quiero más especiales en esta línea! y por cierto... sugiero a un tal Dominique Wilkins!

    Un abrazo crack!

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  2. Buenas crack! Tomo nota, lo haré cuando tenga un rato y me documente ;-)

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