lunes, 19 de septiembre de 2011

Espectacular

Campeones de Europa otra vez, ayer la selección lograba un hito en la historia del baloncesto europeo, una proeza que no se veía desde los tiempos de Yugoslavia o la URSS. Una burrada, sobre todo al nivel de exigencia actual del basket europeo. No voy a hablar de lo que fue el partido en si, ni de datos, ni de nada, solo de sentimientos, de los sentimientos que transmite un equipo, bueno, mejor dicho, una familia de jugadores que durante estos últimos cinco años, desde la consecución del Mundial del 2006, no se han cansado de darnos alegrías, de situar el nombre de España en las primeras posiciones de los mejores torneos internacionales.
La alegría que transmite este equipo en la cancha y fuera de ella es algo increible, digno de estudio, somos enividiados en el resto del mundo. Además, nuestros jugadores tienen un compromiso con la selección incuestionasble, todos los veranos vemos a Navarro, a Marc, a Rudy, a Llull, a Felipe... y nunca se han quejado, siempre han dado hasta la última gota de sudor por la selección, por España, por todos nosotros.
Es digno de destacar el compromiso de Felipe Reyes en este verano, podría haberse quedado en España por el motivo que todos sabemos, pero decidió acompañar a su otra familia, esos que cantan a todas horas el que se ha convertido en el nuevo himno de la selección española, que dice aquello de "todos los días sale el sol, Felipón". Un Felipón que, en un gesto de valor incalculable del capitán "Juanqui" Navarro, levantó al cielo de Lituania, la cuna del baloncesto europeo, el trofeo que nos acredita como campeones de Europa. Eres un grande Felipe, no sabes lo agradecidos que estamos todos los aficionados de tenerte en nuestro equipo año tras año, fajándote contra todo el que se te pone por delante.
Gracias a Juan Carlos Navarro, por levantarme del sofá con cada uno de tus triples, de tus canastas  imposibles, de tu compromiso, de tu garra, de tus galones como capitán de la mejor selección española de la historia, el MVP sin discusión de este torneo, ¡qué cuartos, qué semifinales, qué final!. Gracias a Pau y a Marc, por renunciar a unas más que merecidas vacaciones después de su dura temporada en la NBA, mostrando, una vez más, su compromiso con este equipo y con todos nosotros.
Gracias a Calde, que grande eres, el mejor base de la historia de España, uno de los mejores de la NBA, y al que el baloncesto te debía una muy grande, jugón. Gracias a Rudy, Ibaka (o Iblocka, o Air Congo, como guste), a Ricky, a Sada, a Llull, que han demostrado que no solo saben atacar maravillosamente, sino que han defendido de forma escandalosa. A Claver, a San Eme, por ser importantes cuando han salido, por sumar y nunca restar. Solo podemos dar las gracias a todos ellos, porque es una gozada verlos jugar, verles ganar y perder, verles luchar, disfrutar.
Esta es una generación probablemente irrepetible, única, porque por la NBA, en estos cinco años, han pasado Raúl López, Sergio Rodriguez, Calde, Navarro, Rudy, Pau, Marc, Ibaka y Garbajosa, este año se estrena Ricky, y Llull y Claver están drafteados. Nunca hemos dispuesto de tanto talento junto.
¿Y ahora qué? Pues el futuro es esperanzador, el año que viene están los Juegos Olímpicos de 2012, en los que nos podremos ver con EEUU de nuevo e intentar vengarnos. En 2013 tenemos otro Europeo, esta vez en Eslovenia, otro país con gran tradición baloncestística.
Toca difrutar ahora que podemos hacerlo, estamos en la cima del mundo, y eso es inigualable, genial. Un abrazo, hasta la próxima.

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