Grazie Ettore, buona fortuna

Hay cosas en esta vida que, cuando suceden, a primera vista no las encuentras explicación, pero que si echas la vista atrás ves como ha podido llegar a darse esa situación. Es lo que a mi me ha pasado con la dimisión (ojo, no destitución) de Ettore Messina. Me he quedado completamente anonadado, el mejor entrenador posible para un grupo muy joven y con muchísima progresión abandona el barco a mitad de temporada, cuando más importante es la figura de un jefe, de un entrenador.
Esta decisión no ha sido un venazo que le ha dado al italiano, no, parece una decisión más que madurada con el paso del tiempo, y parece que la derrota contra el Montepaschi de Siena en la Caja Mágica ha sido el cúlmen de la paciencia de Messina. No aguanta a un grupo que no está ni la mitad de involucrado de lo que estaba él.
Yo personalmente aplaudo su decisión, aunque me duele porque mi equipo pierde a un referente en los banquillos, una leyenda viva. Me alegro porque ha tenido la decencia y la valentía para hacer que sus derechos y sus metas prevaleciesen sobre una temporada, sobre un objetivo. Ha tenido la honestidad que le faltan a muchos entrenadores para largarse si no trabajan como ellos quieres, otros prefieren seguir chupando del bote hasta el último día. Ya lo dijo en su día, si no estaba cómodo se largaba, y el que avisa no es traidor.
Los más perjudicados serán los que le han echado a base de apatía en el juego y de pasotismo, los jugadores. No se han dado cuenta de lo que pierden, pero se la darán con el tiempo, porque como Ettore hay pocos, muy pocos. Probablemente le suframos en nuestras carnes algún día, y se acordarán de lo mal que lo hicieron. Le han hecho la cama casi sin proponerselo, y por mi parte los jugadores blancos no merecen ningún respeto a día de hoy. No han sabido remar al compás que marcaba su jefe, ha ido cada uno a su bola, y al final han acabado pagando el pato.
Ahora suenan Aíto y Pepu con fuerza para el año que viene, a ver si duran más de un año por lo menos, que en Madrid estamos hartos de cambios de entrenadores cada año, asi es imposible optar a algo. Espero que a don Messina le vaya muy bien en su próximo equipo, que le hagan más caso que aquí y que siga siendo tan profesional, cercano y honesto. Aquí se te va  recordar con cariño, como un profesional de los pies a la cabeza, que hizo su trabajo sin rechistar y sin levantar la voz hasta que su paciencia dijo basta. Gracias Ettore, buena suerte.