sábado, 26 de noviembre de 2011

Vuelve a casa por Navidad

No podía haber un tema más propicio para celebrar la entrada número 50 del blog que con la noticia con la que nos hemos levantado esta mañana. Se acabó el lockout, por fin, y esta vez va en serio. Propietarios y jugadores han llegado a un principio de acuerdo para empezar la temporada el 25 de diciembre, con tres partidos ese mismo día (Boston Celtics - New York Knicks, Miami Heat - Dallas Mavericks y Chicago Bulls - Los Angeles Lakers). La pretemporada empezaría el día 9 de diciembre. Las condiciones que se han impuesto para que el "invierno nuclear" acabase han sido las siguientes:

1) El sindicato de jugadores (NBPA) deberá reformarse de nuevo.
2) Las demandas interpuestas por NBA y jugadores deberán ser retiradas, lo que puede hacer que pasen unos cuantos días más para que el acuerdo se formalice como es debido.
3) El acuerdo deberá ser sometido a votación y aprobación por ambas partes por separado.
4) Después, se deberá ratificar y firmar definitivamente el acuerdo tanto por jugadores como por propietarios de forma conjunta para que pueda volver la actividad habitual.

Quedan detalles importantes por pulir como pueden ser la edad mínima, el tema de los controles antidoping y el envío de jugadores a la D-League, pero no parece que vayan a representar un problema tan grande como el del BRI, que al parecer se ha cerrado en un 51% para los jugadores y un 49% para los propietarios, lo que significa que han acabado cediendo de ese 50-50 que proponían y que para ellos era inamovible. Stern ha resaltado en rueda de prensa que aún quedan cosas por pulir y trabajo por hacer, aunque el gran paso ya está dado. Los jugadores estaban deseando que esto llegase, reacciones en Twitter de pesos pesados como Kevin Durant o Kevin Love, que no se lo acaban de creer, también han hablado Tony Allen, Andrew Bogut, DeMar DeRozan o nuestro base Jose Manuel Calderón. Ahora toca esperar a la formalización del acuerdo, que tiene que ser antes del 9 de diciembre, que es cuando empieza la pretemporada, aunque creo que en no más de una semana ya estará todo arreglado, a no ser que esto se vuelva a dar la vuelta.
¿Y ahora qué? Pues de momento el día 25 tenemos tres señores partidos como la copa de un pino, por un lado la reedición de las finales del año pasado, por otro un clasico en la conferencia Este como es el Celtics-Knicks, Carmelo, Stoudamire y Billups contra el "Big Four" que forman Rondo-Allen-Pierce-Garnett, y para acabar un partidazo que enfrentará a los Lakers contra los Bulls del MVP del año pasado, Derrick Rose. También veremos a Ricky con Minnesota, veremos si Marc cambia de equipo o se queda en los Grizzlies, veremos a Rudy en Dallas... Esta temporada tiene muchos alicientes y muchas preguntas por responder, ¿será, por fin, el año de LeBron? ¿Será este año la confirmación definitiva de Blake Griffin? ¿Qué equipos darán la campanada este año como lo hicieron los Grizzlies el año pasado? Solo pensarlo hace que tenga más y más ganas de que llegue el 25 de diciembre. Sin duda, el mejor regalo que nos podía hacer Papá Noel a los aficionados al baloncesto. Un abrazo, hasta la próxima.

¿Qué es lo que pasa?

Por Guillermo Alonso (@guillealonsoF)

Hace unos años los equipos ingleses eran el espejo en el cual se miraban el resto de los equipos de Europa. Ese Arsenal de Henry, Bergkamp o Pires que ganó una liga sin perder ningún partido, ese Manchester que ganaba ligas y Champions como la de Moscú sin despeinarse, ese Chelsea de Drogba, Lampard y compañía que se disputaba junto a los Red Devils la hegemonía de Inglaterra y Europa…¿dónde están esos equipos ahora?,  ¿qué les está pasando?
Mientras en la Premier el City se hace con el control, siendo líder indiscutido y haciéndole sombra al resto, el Chelsea de mi admirado Villas-Boas y el United de Sir Alex Ferguson se ven superados con creces por los Sky Blues, sufriendo una caída poco común en ellos y en unas plantillas de tantos quilates. En otro escalón, aunque me duela decirlo, inferior, se sitúan Liverpool y Arsenal, dos en teoría grandes que pasan por un momento de reestructuración, mostrando confianza en sus canteras y en jugadores británicos , como en el caso del Liverpool, algo que realmente hace que me tenga que quitar el sombrero ante ellos.
Pero este descenso de calidad en el juego y de posición del Chelsea y del United no sólo se queda en el Reino Unido, sino que también cruza el Canal de la Mancha. En Europa se está viendo una imagen paupérrima de estos dos equipos, que, al contrario que el Arsenal debido a la marcha de jugadores como Fábregas o Nasri, no tienen ninguna excusa. Los Red Devils, encuadrados en un grupo en el que todo equipo desearía estar debido a su teórica facilidad, están teniendo problemas para doblegar a equipos como el Basilea, el Benfica o el desconocido Otelul Galati rumano, que, sin quitarles ningún mérito, no deberían estar plantándole cara a todo un finalista de la anterior Champions como es el United y sí lo están haciendo.
El caso del Chelsea no es muy distinto al del Manchester. Los de Londres, en otro grupo en teoría sencillo, con el Bayer Leverkusen, el flojo Genk y nuestro Valencia, está tercero, empatado a puntos con el equipo ché y con un punto menos que el líder, el Leverkusen. Esto hace que para pasar, el Chelsea necesite ganarle al equipo de Emery, dependiendo así de sí mismo para lograr el billete a los octavos de final de Champions. Algo sorprendente si vemos los resultados de Champions hace dos o tres años, en las que el Chelsea llegó a clasificarse a semifinales y a la final en 2008, final antes mencionada y que perdería contra el United en penaltis, pero que nos dejaría de sorprender si vemos los resultados de estos dos últimos años, quedando eliminados por el Inter en 2010 y por los Red Devils en 2011, en ambas ocasiones en cuartos de final, en una Champions gris para los de Ancelotti. A pesar de los millonarios fichajes de Torres y de David Luiz, el Chelsea continuó en una caída libre hasta este año, en el que si no se remedia rápido, acabará siendo estrepitosa.
 
La gran sorpresa de Inglaterra, el Manchester City, también lo está siendo en Europa, pero en lo negativo. A falta de una jornada y después de perder frente al Nápoles este martes en San Paolo, los de Mancini tienen un pie fuera del torneo continental ya que no dependen de sí mismos, sino del resultado entre los italianos y el Villareal, ya eliminado. De ser así, sería el gran bombazo del torneo, ya que los Sky Blues están considerados uno de los grandes favoritos para alzarse con el título en el Allianz Arena.
La única buena noticia para los ingleses, por el momento, es el crecimiento progresivo de un Arsenal, mermado por las salidas de Fábregas y Nasri, tanto en el torneo doméstico como en Europa, donde ya están clasificados para octavos de final sin apenas problemas y con un Robin Van Persie en plan estelar. Aun así, el comienzo de temporada de los Gunners fue horroroso, estando varias jornadas cerca de puestos de descenso en la Premier, algo que denota el mal momento que viven los grandes en Inglaterra.
Pero esto no solo ocurre en el Reino Unido. De todos es sabido el mal momento que vive la Serie A italiana, con una liga sin equipos que destaquen en Europa, salvando al Inter de Jose Mourinho en el año 2010 que se alzó con la Champions League en el Santiago Bernabéu. Pero, dejando atrás este hecho, los equipos italianos están en una crisis de juego que nadie se explica. La liga italiana ha perdido tanto prestigio que ya se ha visto superada por la alemana y situándose cerca del nivel de la francesa, algo impensable años atrás, con aquel grandioso Milan de Kaká, Maldini, Dida y Shevchenko entre otros, o la Juventus de Cannavaro, Nedved o Ibrahimovic. Ahora la imagen de la situación del fútbol italiano la representa el Inter de Milán. Gracias a su sufrida victoria este fin de semana frente al Cagliari sale de los puestos de descenso, después de estar allí varias jornadas, así como de perder contra el débil Trabzonsport turco en el Giusseppe Meazza, que le complicó más de lo normal su clasificación a los octavos de Champions.
Para concluir, voy a utilizar una frase del malogrado Andrés Montes, pronunciada en unas finales de la NBA entre Pacers y Lakers. “¿Qué es lo que pasa?”. Esa es la gran pregunta, ¿qué es lo que pasa en el fútbol europeo? ¿Dónde quedaron las viejas glorias y los grandes equipos de antaño que ganaban sus ligas con la gorra y demostraban su poderío en Europa, así como también el poder del fútbol europeo en sus enfrentamientos? ¿Saben dónde quedaron? Atrás, en el pasado. Los tiempos han cambiado y a pesar de mi juventud puedo observarlo. Es el momento del fútbol español, en pleno auge gracias al poderío del F.C. Barcelona o del Real Madrid. Es el momento de los pequeños equipos, que con sacrificio intentan llegar lejos tanto en sus ligas como en Europa. Es el momento de las canteras y no de las carteras, de las jóvenes promesas que serán en un futuro los Henrys, Shevchenkos, Nestas, Gerrards y Zidanes de años anteriores. Es el momento del cambio de ciclo.
Las cosas están cambiando, y en el fútbol también.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Coach "903" K

Con esto del lockout de la NBA merece la pena asomar la cabeza por otras modalidades o categorías de baloncesto no menos válidas. La Liga Endesa es conocida por todos, ahora está cogiendo mucho relumbrón con los fichajes de Rudy o Ibaka por el Madrid o de Splitter por el Unicaja. Pero a mí me gustaría hablar de alguien que hace poco ha hecho historia en una competición que en España no es muy seguida y de la que yo me he enamorado hace poco, la NCAA. La liga universitaria estadounidense es un mundo, inabarcable por un servidor de momento, ya que me falta tiempo para conocer toda su historia y considerarme como un entendido. Se lo básico, que no es poco. Hasta hace poco solo había visto un par de partidos o tres de la NCAA, todos en el conocido como "March Madness", la Final Four y tal, en esos partidos había descubierto a un Kevin Love que daría el salto a la NBA al año siguiente y que se marcó un 30-30, 30 puntos y 30 rebotes, cifras de los tiempos de Chamberlain y Russell, vi a un prometedor Stephen Curry, a OJ Mayo y este año a Kemba Walker, sin duda el que más me ha impresionado de todos después del burro de Love.
Me sorprendió también que un entrenador pudiese estar en un equipo 30 años, y más con la presión que hay en el baloncesto universitario, ese entrenador se llama Mike Krzyzewski. El apellido tiene su complicación, pero lo que tiene complicación es conseguir lo que él ha conseguido, llegar a las 903 victorias en su carrera como entrenador universitario, superando a Bob Knight como entrenador con más victorias en la historia del baloncesto americano. Nacido en Chicago, con raíces polacas, Mike empezó entrenando el equipo de la Armada estadounidense, estuvo cinco años. Después de esos cinco años, empezó su leyenda con la universidad de Duke. Desde el año 1980 lleva entrenando a los Blue Devils, en total ha ganado cuatro títulos de la NCAA, incluyendo el primer doblete de la historia de la competición (1991-1992, 2001, 2010).
En todo el tiempo que lleva entrenando a Duke, solo ha dejado de estar en la postemporada en dos años, ha tenido un record de 903 victorias y 284 derrotas, un porcentaje del 76,1% de victorias.
Para hacernos una idea de su importancia en la universidad situada en Carolina del Norte, si hoy nos metemos en su página oficial, vemos que las cuatro noticias destacadas que hay se refieren a Coach K y a su record, en la cuarta se anuncia la subastan varios recuerdos de la carrera del entrenador con más victorias en la historia de la NCAA, fotos (la más barata está ahora por 130 dólares), unas zapatillas o revistas conmemorativas. Con ofertas de importantes equipos NBA, Mike rechazó todas las ofertas que le llegaron, menos las ofertas que le hicieron para entrenar a la selección nacional en el mundial de Japón en 2006 y para los JJ.OO de Pekín en 2008, donde nos ganó la medalla de oro en una final marcada por el desastroso arbitraje que se llevó a cabo.
Una curiosidad para acabar. El nombre de este blog lo saqué del mote de Krzyzewski, poco original, solo he cambiado la K por la Q. Justo estaba leyendo una noticia suya cuando estaba pensando cómo llamar a este humilde blog y se me ocurrió darle el nombre de uno de los grandes del baloncesto mundial. Un abrazo, hasta la próxima.

El infierno azul de los diablos rojos



Por Guillermo Alonso (@guillealonsoF)

Desde hace años, la ciudad de Manchester ha estado dominada por el color rojo, el color del Manchester United. Los “Red Devils”, con Alex Ferguson a la cabeza y con cracks de la talla de Ryan Giggs, Rio Ferdinand, Paul Scholes  o Wayne Rooney, dominaba la Premier League sin grandes problemas y casi siempre lograba situarse en lo más alto de la esfera futbolística europea. Pero desde hace unos años, concretamente tres, las cosas han cambiado. La llegada del Jeque Sulaiman Al- Fahim y de sus petrodólares al equipo vecino, el Manchester City, ha provocado el ascenso de los “Sky Blues” en la Premier y en Europa, algo insólito para un equipo que anteriormente no aspiraba a nada.

Durante el primer año, la política del equipo se basó en el fichaje de grandes nombres por cantidades estratosféricas, como el caso de Robinho, que acabaron siendo un fracaso, pero que hicieron darse cuenta al jeque del tipo de fichajes que necesitaba este equipo para realmente despuntar como lo está haciendo este año. Así, el verano pasado, se incorporaron a la plantilla jugadores de la talla de Edin Dzeko, Mario Balotelli o David Silva, convirtiéndose estos tres junto a otros como Gareth Barry, Vincent Kompany o Joe Hart en la
columna vertebral de este equipo. Con ellos, el City logró clasificarse a la Champions League en la temporada 2010-2011 después de 47 años sin lograrlo, y hacerse con la FA Cup, superando en la final al Stoke City. Pero realmente, el despunte del City se está viviendo este año. La política de fichajes siguió siendo la misma, sin preocuparse del precio de los jugadores. Así, este verano se unieron a las filas “blues” Sergio “Kun” Agüero y Samir Nasri, jugadores de primer nivel por los que se pagó un total de 73 millones de euros para formar junto a los antes mencionados Dzeko, Silva y Balotelli uno de los mejores ataques de Europa. Esta temporada está siendo prácticamente perfecta para los Citizens, ya que están completando un gran papel en Europa y van líderes en solitario en la Premier League. Pero este hecho no es el más importante vivido esta temporada, sobre todo para los aficionados del City. El momento más relevante de esta temporada se vivió el 23 de octubre. Se enfrentaban al Manchester United, su gran rival histórico, y por primera vez en muchos años, por delante de ellos en la clasificación. Old Trafford  se vestía con sus mejores galas para presenciar uno de los mejores derbis en muchos años. Y no defraudó. Los “Red Devils” fueron vapuleados por un vendaval de juego del City y una clara demostración de su estilo, defendiendo sin problemas y saliendo en tromba al ataque. El resultado fue de 1-6 a favor del City, convirtiéndose así en uno de los marcadores más abultados de la historia de estos partidos, y sobre todo el más abultado sufrido en contra del United en su propio estadio. 
Los de Alex Ferguson no pudieron hacer nada más que observar como los Blues, con goles de Dzeko en tres ocasiones, Balotelli en dos y Silva, les daban un repaso monumental e histórico en su estadio, dejando una muy pobre imagen para sus aficionados y demostrando que el cambio de ciclo está cercano y ya empieza a dar sus primeros coletazos. Con esta victoria, aparte de la mofa de los aficionados Citizens hacia los reds, el equipo de Mancini conseguía abrir brecha con sus grandes rivales, colocándose en primera posición de la Premier y con una amplia distancia con sus perseguidores, y demostrar al mundo entero que hay un nuevo grande en Europa. Dirigidos por la tremenda clase de David Silva, que en poco más de un año se está consagrando como uno de los mejores sino el mejor jugador de las liga inglesa, los “Sky Blues” están comenzando a conseguir los objetivos marcados por el Jeque Sulaiman Al-Fahim, convertirse en uno de los equipos punteros de Europa y uno de los firmes candidatos a ganarlo prácticamente todo en los próximos años.
s firmes candidatos a ganarlo prácticamente todo en los próximos años.
Ha comenzado una nueva época en Manchester. Ya no todo es rojo, ya no todo es infernal, ya no solo mandan los diablos. Ahora empieza a verse el cielo, el color azul, el color de los Sky Blues, el color del Manchester City.

Dudas inútiles

Los últimos resultados de la selección española de fútbol han suscitado todo tipo de comentarios, malos casi todos. Algunos no les faltaba razón, pero eran extrapolados fuera de lo que era un amistoso intrascendente como el de Costa Rica. El partido de Inglaterra si que tenía más miga, Casillas igualaba a Zubi en Wembley, el templo del fútbol, el rival era toda una campeona del mundo como Inglaterra, el entrenador rival era todo un Capello. Pero era un partido más sentimental y simbólico que otra cosa. Siempre me suelo quedar con lo bueno en todo, y no va a ser menos en un amistoso intrascendente. España encerró atrás a Italia, perdón, a Inglaterra, es que se parecía bastante a aquella Italia del catenaccio de los años 80, durante todo el partido, faltó el gol a un baño futbolístico enorme, sobre todo en la primera parte. Lo que más me disgustó fue el partido de Villa, desubicado y sin atino.
Lo que me llama poderosamente la atención es que se dude de un grupo que nos ha dado todo lo que soñábamos. Ahora se duda del tandem Busquets-Xabi Alonso, que en el mundial fue un pilar básico del equipo. Ahora se duda de Arbeloa, absolutamente indiscutible en el selección y titular en la Eurocopa que viene si Ramos se consolida como central. Ahora se duda por la falta de un 9, no es que falte, es que está desubicado, en la Eurocopa volverá a meter goles, al tiempo.
Todos estos debates son insustanciales, están bien para llenar tertulias de humo, pero no es más que eso, humo. Porque tiene narices que después del partido de Costa Rica se esté debatiendo sobre si Valdés tiene que ser titular por delante de Iker Casillas, lo que me faltaba por oír vamos. El santo, el que levantó las copas de Europa y del mundo, se ha ganado el crédito suficiente en su club y en la selección como para ser titular hasta que se retire, sino que se lo pregunten a Robben, Pavlyuchenko, De Rossi, Di Natale o Cardozo, entre otros.
Lo dicho, debates insustanciales, que sirven para llenar páginas de periódicos, descubrir a ventajistas que aprovechan la mínima para atacar a la selección y al marqués Del Bosque y ver lo tremendistas que somos y lo desconfiados que seguimos siendo después de todo lo que nos ha dado "La Roja" estos años. Queda menos para un Eurocopa apasionante, hay ganas, muchas ganas, sobretodo de ver a nuestra selección jugar, que es una gozada absoluta. Un abrazo, hasta la próxima.