martes, 21 de mayo de 2013

Corazón "partío"



A petición de alguien importante, me veo en la obligación moral de escribir mi opinión sobre la marcha de Mourinho. La verdad es que ayer, viendo a Florentino hablando sobre la destitución (o marcha amistosa, como cada uno quiera llamarlo) del entrenador portugués y los lamentos de sus seguidores por diversos medios me vino a la cabeza una de las más famosas canciones de este país, el Corazón partío de Alejandro Sanz. Esto rezan algunas estrofas de esta gran canción, que bien pudieron firmar algunos ayer:


Ya lo ves, que no hay dos sin tres,
que la vida va y viene y que no se detiene...
y, qué sé yo,
pero miénteme aunque sea, dime que algo queda
entre nosotros dos, que en tu habitación
nunca sale el sol, ni existe el tiempo,
ni el dolor.
Llévame si quieres a perder,
a ningún destino, sin ningún por qué.
(...)
Para qué me curaste cuando estaba herío
si hoy me dejas de nuevo con el corazón partío.
¿quién me va a entregar sus emociones?
¿quién me va a pedir que nunca le abandone?
¿quién me tapará esta noche si hace frío?
¿quién me va a curar el corazón partío?
(...)
Dar solamente aquello que te sobra
nunca fue compartir, sino dar limosna, amor.
si no lo sabes tú, te lo digo yo.
después de la tormenta siempre llega la calma.
pero, sé que después de ti,
después de ti no hay nada.

El tema no es complicado si se es resultadista, que al final todos pecamos de ello. Tres títulos, todos a nivel nacional, parecen poco bagaje para un entrenador que venía con cotas altísimas. El cielo era su límite, el que todos le pusimos al llegar a España, rivales y aficionados del Real Madrid. Hay demasiados factores que han hecho que ayer se tomase esa decisión y parece que ha importado de la misma manera lo que ha pasado fuera del campo como dentro. De todas formas, éste es un hombre sumamente inteligente, me explico. Por diciembre ya se decía que tenía un precontrato con el Chelsea (algo que parece cierto con el paso de los días, a mi modo de ver), desde ese momento, con la Liga perdida, la Champions y la Copa en peligro (jugaban contra United y Barça en una semana, si perdían la temporada acababa ahí), ha dado la sensación de que ha buscado ser la víctima de un sistema injusto que va a por el débil, que no deja títere con cabeza, "presión", que decía ayer Florentino. Y le ha salido bien, para alimento de su ego.

Un proyecto deportivo ha naufragado entre quejas, polémicas, incendios innecesarios, resultados negativos, y parece que todo ha partido del mismo personaje, de un Napoleón moderno que ha pecado de individualismo, de exceso de ego, que ha visto que en otros sitios se le trata mejor que aquí por perder. Había un periodista que ahora no recuerdo que le llamaba "el pisacharcos", atinado a más no poder. Al final es lógica la postura de Mou, todos queremos trabajar donde se nos quiera, pero... ¿el ataque indiscriminado que parece que tiene detrás de él es justificado? Otra vez, influyen muchos factores en este apartado, prensa y afición parecen más distanciados que nunca, hay una clara fragmentación de opiniones que generan los tipos peculiares, la gente especial, con aura, Mou tiene ese encanto de malo de la película al que todos queremos atizar o al que todos nos queremos parecer, es el Joker de Batman.

Puestos a pensar quién pierde más con la marcha de José, la prensa parece colocarse como la primera damnificada, sobretodo si viene un tipo como Ancelotti. Si algo ha tenido este hombre ha sido que ha dado material por un tubo a los diferentes medios de comunicación de este país, Mourinho era el pan de cada día y su imagen era la más buscada, en la derrota y en la victoria. El Madrid no se si perderá, eso es otro cantar, pero algunos aficionados, como Alejandro Sanz, se han quedado con el corazón absolutamente partido.

Me imagino cómo describiré a las futuras generaciones a Mourinho (si es que alguien alguna vez me pregunta mi opinión). Diría algo así como "fue un gran entrenador que pasó por Madrid y todo el mundo acabó tan quemado por todo lo que su figura conllevaba que acabó yéndose. Ah, y tenía una manera que me hacía gracia de decir Champions". Siempre tiendo a mirar hacia adelante (total, lo que hay ahora tampoco merece la pena ser mirado) y al que le toque sentarse en el banquillo blanco le va a quemar ese cómodo asiento desde el primer día. Si lo hace bien, porque lo hace bien, si lo hace mal, porque con el otro nos iba mejor, todo es una estafa y todo es horroroso, y así. Parafraseando a alguien que tiene, como Mourinho, tantos amigos como enemigos, como antes, como siempre. Un abrazo, hasta la próxima.

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