Se va un grande. Hasta siempre Seve.

La llama de Seve se apagó. Esta madrugada, a las 2:10, el golfista cántabro fallecía en su casa de Pedreña debido a un "empeoramiento severo" de su salud que se produjo ayer. La verdad es que no puedo comentar prácticamente nada de él como jugador, el golf nunca ha sido mi deporte, pero viendo vídeos suyos en los Masters de Augusta o el las Ryder Cup que jugó te das cuenta del entrañable ser humano que era.
Su vida era el golf y su familia. Nunca dio una batalla por perdida, nunca hubo un hoyo imposible, nunca hubo un golpe inverosímil, simplemente fue un revolucionario. Su estilo poco ortodoxo a la hora de golpear la pelota le convirtió en un icono aquí y, sobre todo, en EEUU y en Gran Bretaña, las tierras donde se vio al mejor Seve.
En 2009 se le diagnosticó un cáncer y unos tumores cerebrales, de los que tuvo que ser intervenido hasta en cuatro ocasiones. Dijo que era su último partido, y que iba a luchar hasta el último green para ganarlo. Cuando parecía que lo había ganado, la vida le dio un revés. Su vida ha sido un constante ejemplo de superación, una de esas personas de las que te hablan cuando atraviesas un bache y necesitas inspiración o motivación. Que Seve haya sido español me llena de orgullo, ha cambiado un deporte tan mundialmente practicado como el golf, ha sido un referente dentro y fuera de la verde hierba.
Nunca le vi practicar su deporte en directo, al igual que me ha pasado con grandes deportistas como Magic Johnson, Larry Bird, Maradona, Pelé, Di Stefano, Borg, Ángel Nieto y tantos y tantos deportistas que, en su día, fueron precursores de los grandes jugadores que aparecieron y siguen apareciendo ahora. Seve es como Pelé al fútbol, como Magic o Bird al baloncesto, como Borg al tenis o como Ángel Nieto al motociclismo en nuestro país. Esta madrugada se ha ido el mito, pero ha nacido la leyenda de don Severiano Ballesteros. Descanse en paz, genio. Un abrazo, hasta la próxima.