viernes, 3 de junio de 2011

Simplemente Shaq

Casualidades de la vida, acabo de ver que la entrada 32 de mi blog será para uno de los más grandes de la historia del baloncesto, que casualmente llevó ese dorsal durante gran parte de su larga y exitosa carrera. Si, hablo del único y original Superman, de Diesel, de Big Cactus, de the Godfather, de el gran Aristóteles, de Shaq Fu, Shaq Attack, de Shaq. Probablemente el pivot más dominante en las últimas dos décadas y uno de los mejores pivots de la historia anunció ayer su retirada a través de la red social Twitter. Tiene una hemeroteca y una cantidad de momentos mágicos que le convierten automáticamente en leyenda viva del baloncesto.
Llegó a la NBA el año 1992 de la mano de los Orlando Magic, que vieron como un gigantón de la universidad de Luisiana se comía a todos los rivales que tenía por delante, vieron como era imparable, vieron como estaba fraguandose un futuro crack. Su carisma fue aumentando con el paso de los años, gracias en gran medida a su gran sentido del humor y a su carácter dentro de la cancha. Con eso y sus sensacionales números de 23.4 puntos y 13.9 rebotes por partido, Shaq consiguió ser el Rookie del Año.
Llegamos a la temporada 95-96, Diesel era un referente y los Magic se le habían quedado pequeños, necesitaba dar un paso más en su progresión mastodóntica, y se fue a los Lakers con un contrato no menos mastodóntico, 7 años por 122 millones de dólares, casi nada. Hasta se cambió de dorsal, dejó el 32 y cogió el 34 (el 32 estaba ya retirado por motivos más que obvios). Hasta el año 2000 O'Neal no se quitó la espinita de ganar un título NBA, sus mejores aliados fueron Phil Jackson y un jovencísimo y prometedor Kobe Bryant. Ese Big Three particular consiguió el "threepeat", ganó la NBA tres años de manera consecutiva, quizás la época de mayor esplendor de Shaq. Sin embargo no todo en el monte era orégano. Los problemas entre Shaq y Kobe eran evidentes, uno de los dos tenía que abandonar el barco, y lo abandonó el más grande.
Tras su espléndido paso por California, Shaq se iba a Miami a compartir equipo con un tal Dwyane Wade. Promedió números espectaculares, unos números que no se veían desde los tiempos de Chamberlain o Jabbar, y, en el año 2006, le llegó la oportunidad de saber lo que se sentía al ser de nuevo campeón de la NBA. El rival, Dallas, curiosamente el mismo rival que este año para los de Miami, el hombre más temido, un alemán que ayer se marcó un partidazo y lideró la remontada de los suyos para empatar la serie a uno antes de ir a Dallas a jugar tres partidos. Pero no estamos hablando de eso. Los Heat ganaron la serie por 4-2 con el binomio Wade-Shaq a pleno rendimiento. Pero los años iban pasando, los promedios del bueno de Shaquille iban bajando y comenzaban tiempos de zozobra para el, de nuevo, 32 de los Heat.
En 2008 O'Neal cambió de casa de nuevo, en este caso se fue hasta el desierto de Arizona a compartir vestuario con Steve Nash y sus veteranos Phoenix Suns. Aún se quería jugar al famoso run N gun que implantó Mike D'Antoni con tanto éxito en años anteriores en aquellos Suns de Nash, Marion, Stoudamire, Bell, Barbosa y compañía, pero Shaq no estaba para muchos trotes. Aún así, la temporada de the Big Cactus en los Suns fue muy satisfactoria.
En el año 2009 se fue con LeBron a los Cavs, se esperaba un gran dúo a lo Kobe-Shaq, pero eso era imposible. Ese año fue difícil para O'Neal, muchas lesiones, poco juego, poca aportación. Todo eso contribuyó para que, una vez más, cambiase de casa.
Esta vez se fue a los Celtics de Boston, donde buscaba un último anillo para rematar su carrera de forma gloriosa. Lo que encontró fueron mil y una lesiones, que le han tenido toda la temporada fuera del equipo y dejando al otro O'Neal todo el trabajo.
Esta es su trayectoria, casi nada le ha pasado, ¿verdad?. Su palmares está a la altura de sus números y de su influencia en la mejor liga del mundo:

  • Rookie del Año de la NBA (1993)
  • MVP de la Temporada (2000)
  • 4 campeonatos de la NBA (2000, 2001, 2002 y 2006) 
  • 3 MVP de las Finales (2000, 2001 y 2002) 
  • Máximo anotador de la NBA (1995, 2000)
  • 8 veces en el mejor quinteto de la NBA (1998, 2000–2006)
  • 2 veces en el 2º mejor quinteto de la NBA (1995, 1999)
  • 4 veces en el 3er mejor quinteto de la NBA (1994, 1996–1997, 2009)
  • 3 veces en el 2º mejor quinteto defensivo de la NBA (2000–2001, 2003)
  • Mejor quinteto de rookies de la NBA (1993)
  • Campeón del Mundial de 1994
  • 15 veces All-Star (1993–1998, 2000–2007, 2009)
  • 3 MVP del All-Star Game (2000, 2004 y 2009)
  • Oro olímpico (1996)
La verdad es que se va a echar en falta muchas cosas de este pedazo de crack. Añoraré a los viscerales comentaristas americanos decir aquello de ¡¡¡O'Neal puts it in!!!¡¡And the fault!!, el "que bestia" de periodistas, compañeros y amigos. El no ver más esa mecánica a la hora de tirar tiros libres, su gran talón de Aquiles durante toda su carrera, de hecho hoy ha confesado que tuvo una conversación con su padre, y este le dijo que si llega a meter más tiros libres habría sido el mejor de la historia, no le falta razón. Desde hace unos años desgraciadamente también se echa de menos la manera particular que tenía de llamarle Andrés Montes, que decía algo así como "ahí está el artículo 34 de la Ley de O'Neal, hago lo que quiero, cuando quiero y porque me da la gana". Eso resume perfectamente lo que ha sido la carrera de un genio, de un pivot de los que ya no quedan o de los que quedan solo uno en toda la liga, ese pivot dominador, fuerte e imparable. Pasarán muchos jugadores por esta maravillosa liga, pero como O'Neal solo habrá uno, el único, el inimitable. Un abrazo, hasta la próxima.

1 comentario:

  1. Un jodido genio tanto dentro como fuera de la cancha! buen artículo Kike!

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