domingo, 12 de diciembre de 2010

Alberto, Marta... ¿qué está pasando aquí?

Marta Domínguez, implicada en la Operación Galgo
Hace unos días me levanté con la noticia de la detención de Marta Domínguez por una presunta relación con una red de tráfico de estupefacientes. Por así decirlo, se la acusa de ser "camello" de otros corredores. Se han encontrado docenas de pruebas en su domicilio que demuestran que, casi con toda seguridad, es culpable de los delitos que se la imputan. Digo casi con toda seguridad porque hasta que no se demuestre que es culpable, es inocente, menuda obviedad por otra parte. Marta era probablemente la mejor atleta española de la historia, admirada por todos los que la conocían y por los que la veíamos por la tele y nos emocionabamos con sus carreras. Ahora su carrera queda empañada hasta decir basta con una mancha difícil de borrar, que tendrá que llevar en su historial para siempre. A este hecho le precedió unos meses antes el presunto positivo de Alberto Contador, uno de nuestros mejores deportistas de todos los tiempos, por clembuterol. En este caso si que tengo confianza en Contador, un hombre que ha demostrado ser un deportista ejemplar dentro y fuera de las carreteras y puertos de montaña. Creo en su inocencia, creo que la cantidad por la que le acusan de dopaje me parece una broma pesada (0,00000000001 gramos, aproximandamente, de clembuterol). Alberto se defiende diciendo que fue una intoxicación alimentaria por ingerir alimentos en mala calidad, y yo le creo. Y le creeré hasta que no se demuestre que es culpable, cosa que, sinceramente, dudo. Son casos distintos, pero el deporte español se ve con un interrogante ¿tenemos que creer los logros de nuestros deportistas? ¿tenemos que creer los mundiales de fútbol, baloncesto, fútbol sala, balonmano, la Davis en tenis, el anillo de Gasol, los mundiales de Alonso, los Grand Slams de Nadal...? Mi respuesta es tajante, si, los debemos creer. Pero estos últimos casos hacen que se cierne una oscura sombra sobre nuestros deportistas, la más oscura, la del dopaje.

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